Memorias traumáticas
Proyectos de Investigación Santander-Universidad Complutense de Madrid (PR26/16-20330, PR75/18-21661 y PR87/19-22576) sobre los recuerdos traumáticos y otros trastornos relacionados en víctimas y refugiados a causa de guerras y conflictos armados.
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Proyecto de Investigación Santander-Universidad Complutense de Madrid
Esta página web responde a los trabajos realizados en las investigaciones sobre Evaluación del recuerdo y otros trastornos psicológicos asociados a
trauma / Assessment of memories and other psychological
disorders associated to trauma, desarrollados por el Grupo UCM de Investigación en Psicología del Testimonio (ref. 971672), en el marco del proyecto sobre Evaluación de necesidades psicosociales en refugiados y solicitantes de asilo (PR26/16-20330), del proyecto sobre Evaluación de traumas psicológicos en refugiados y solicitantes de asilo especialmente vulnerables (niños y mujeres) (PR75/18-21661) y del proyecto sobre Memoria y trauma psicológico en refugiados, víctimas de guerra y actos terroristas (PR87/19-22576).
Más allá del Trastorno de Estrés Postraumático. Efectos psicológicos de la guerra en adolescentes de la Franja de Gaza
04 Oct 2024
Antonio L. Manzanero1, Marta Guarch-Rubio2, Javier Aroztegui1, Juan Fernández1, Sofian El-Astal3 y Fairouz Hemaid4
1 Universidad Complutense de Madrid (España), 2 Universidad San Jorge (España), 3 Al-Azhar University Gaza (Palestina), 4 UNRWA (Palestina)
En la última década, los conflictos armados y las violaciones de los Derechos Humanos han aumentado en todo el mundo. De particular gravedad son las situaciones de depuración étnica que resultan en el desplazamiento forzado y el exterminio de miles de personas. Los menores de edad son las víctimas más vulnerables en estos conflictos. Desde octubre de 2023, tras un ataque de Hamás, el Estado de Israel ha lanzado una ofensiva contra la Franja de Gaza y Cisjordania, que ha provocado más de 41.000 muertes hasta septiembre de 2024, de las cuales aproximadamente la mitad son niños. Miles de menores han resultado heridos, han presenciado el asesinato de sus familiares, han tenido que abandonar sus hogares y carecen de suministros básicos para sobrevivir.
Según la ONU, cerca de dos millones de personas han sido desplazadas de forma forzosa de sus lugares de residencia mientras destruían sus hogares y medios de vida. Estos hechos están siendo investigados por la Corte Internacional de Justicia de La Haya como un posible genocidio por los ataques a la población civil, los bombardeos de hospitales y centros educativos, y el consiguiente asesinato de enfermos y niños. Comprender el impacto psicológico que los ataques de ocasiones anteriores tuvieron en los menores supervivientes, podría ayudar en futuras intervenciones psicológicas con las actuales víctimas.
Fuente: freepik. Foto: vector_corp. Fecha: 01/10/24 |
Desde 2009, el Grupo de Investigación en Psicología del Testimonio de la Universidad Complutense de Madrid colaboramos con el Departamento de Psicología de la Universidad de Al-Azhar en Gaza para evaluar las experiencias traumáticas y sus efectos en la población civil palestina (Manzanero et al., 2015, 2020). En el último estudio (Manzanero et al., 2024) se evaluó a 521 preadolescentes, de 11 a 13 años, de Gaza, después de los ataques que devastaron la Franja en el verano de 2014 y que provocaron la muerte de 2.251 personas, 551 niños y niñas.
La exposición traumática en la población joven gazatí
Los resultados mostraron que todos los preadolescentes evaluados habían experimentado una gran cantidad de eventos traumáticos derivados de la ofensiva israelí. La mayoría se vieron expuestos a situaciones de fuego y presenciaron la destrucción de áreas residenciales. El 28.21% informó de haber sido testigo de torturas a terceros y, de ellos, el 18.81% indicó que las víctimas de tortura fueron sus familiares. En torno al 7.68% de menores sufrieron torturas en primera persona. El 26.29% presentaban un Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Más de un 3% de los menores fueron víctimas de agresiones sexuales. Se observó una relación directa entre la mayor exposición a situaciones traumáticas y probabilidad de sufrir TEPT.
Se identificaron dos modalidades emergentes de TEPT, una socialmente preservada y otra socialmente debilitada, la última con sintomatología de mayor gravedad. La modalidad socialmente debilitada se caracteriza por una mayor incapacidad de la planificación diaria, daño en las funciones ejecutivas, falta de confianza en otras personas, incapacidad para ayudar a los demás, sentimientos de vergüenza y humillación, y sensación de ser gafe para uno mismo y para la familia. Estos efectos están relacionados con una mayor dificultad en el establecimiento de relaciones sociales, la gestión de emociones y la confianza en uno mismo. En el TEPT socialmente preservado, menos grave, se observó una alteración en los procesos de memoria, peores condiciones físicas, una cognición negativa vinculada a pensamientos y emociones, así como una alteración negativa del autoconcepto, próxima a la despersonalización.
Hacia dónde mirar en el marco de los Derechos Humanos y la atención psicológica
La actual ofensiva israelí sobre Gaza supone una experiencia traumática intensa, continuada e inhumana que excede a la exposición mínima que puede dar lugar al desarrollo de TEPT u otras patologías. Los programas de salud mental de la comunidad de Gaza (GCMHP, 2024) informan de una situación de crisis generalizada de tipo psicológico y con consecuencias todavía no mensurables.
El cese de los ataques, un mantenimiento de zonas seguras para la población civil y unas mínimas condiciones sanitarias mitigarían el efecto potencial del trauma para los menores y sus familias. Con todo, en el marco de los Derechos Humanos, hablar hoy de salud mental y de Gaza es una necesidad imperiosa. Los resultados de este estudio muestran que la totalidad de los y las adolescentes presentaba sintomatología postraumática, aunque no todos habían desarrollado TEPT. El apoyo social sería uno de los factores de resiliencia más importantes, pues juega un papel clave en la gravedad del trastorno.
El estudio al que hace referencia este artículo se encuentra en la revista Anuario de Psicología Jurídica:
Manzanero, A.L., Aroztegui, J., Fernández, J., Guarch-Rubio, M., Álvarez, M.Á., El-Astal, S., & Hemaid, F. (2024). War, Torture and Trauma in Preadolescents from Gaza Strip. Two Different Modalities of PTSD. Anuario de Psicología Jurídica, 34(1), 1-12.
Referencias
Gaza Community Mental Health Programme [GCMHP] (2024). Nine months of Israel’s war on Gaza: The mental health impacts & the GCMHP’s response. https://gcmhp.org/publications/4/208
Manzanero, A. L., Aroztegui, J., Fernández, J., Guarch-Rubio, M., Álvarez, M. Á., El-Astal, S., y Hemaid, F. (2024). War, torture and trauma in preadolescents from Gaza Strip. Two different modalities of PTSD. Anuario de Psicología Jurídica, 34, 1-12. https://doi.org/10.5093/apj2024a6
Manzanero, A. L., Crespo, M., Barón, S., Scott, M. T., El-Astal, S., & Hemaid, F. (2021). Traumatic events exposure and psychological trauma in children victims of war in the Gaza Strip. Journal of Interpersonal Violence, 36(3-4), 1568–1587. https://doi.org/10.1177/0886260517742911
Manzanero, A. L., Fernández, J., Gómez-Gutiérrez, M. M., Álvarez, M. A., El-Astal, S., Hemaid, F., y Veronese, G. (2020). Between happiness and sorrow: Phenomenal characteristics of autobiographical memories concerning war episodes and positive events in the Gaza Strip. Memory Studies, 13(6), 917-931 https://doi.org/10.1177/1750698018818221
Manzanero, A.L., López, B., Aróztegui, J., y El-Astal, S. (2015). Autobiographical memories for negative and positive events in war contexts. Anuario de Psicología Jurídica, 25, 57-64. https://doi.org/10.1016/j.apj.2015.02.001
Sobre el Grupo UCM de Investigación en Psicología del Testimonio
El Grupo de Investigación en Psicología del Testimonio de la Universidad Complutense de Madrid comenzó sus primeros proyectos de investigación con el objetivo de evaluar las memorias traumáticas y los efectos de la guerra en la Franja de Gaza en 2009. Además, ha desarrollado proyectos con el aval de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Centro Español de Ayuda al Refugiado (CEAR) en España, Irlanda, Grecia, Bosnia, Colombia, Chile y los Campamentos Saharauis.
Lo de Gaza no es una guerra, es un genocidio
MARTA GUARCH-RUBIO, Doctora en Psicología.
Miembro del Grupo de investigación de Psicología del Testimonio, UCM.
Mayo, 2024
Escribo para casa, para un blog que me vio crecer. Escribo tras muchos días a idas y venidas con algunos medios para mostrar mi opinión sobre el actual conflicto en Gaza. Sin embargo, han sido varios los motivos por los que no ha sido acogida mi propuesta “no ir en la línea editorial” o “no tener competencias para juzgar si es genocidio, crímenes de guerra o guerra”, según me han comentado. Soy consciente de que son respuestas que escapan a mi alcance y tienen más de “macro” que de “micro”. Por esta razón, escribo aquí, en casa y porque siento que tengo que decirlo, siento que nos tenemos que pronunciar. Debemos ser parte activa y anticipar los daños que están por llegar, tanto psicológicos como materiales.
Miembro del Grupo de investigación de Psicología del Testimonio, UCM.
Mayo, 2024
Escribo para casa, para un blog que me vio crecer. Escribo tras muchos días a idas y venidas con algunos medios para mostrar mi opinión sobre el actual conflicto en Gaza. Sin embargo, han sido varios los motivos por los que no ha sido acogida mi propuesta “no ir en la línea editorial” o “no tener competencias para juzgar si es genocidio, crímenes de guerra o guerra”, según me han comentado. Soy consciente de que son respuestas que escapan a mi alcance y tienen más de “macro” que de “micro”. Por esta razón, escribo aquí, en casa y porque siento que tengo que decirlo, siento que nos tenemos que pronunciar. Debemos ser parte activa y anticipar los daños que están por llegar, tanto psicológicos como materiales.
Imagen de Julsen Moos |
No se trata de una cuestión subjetiva, se trata de una razón argumentada en base a mi conocimiento y al actual seguimiento del conflicto. Aunque sinceramente he de reconocer que me tomo mis tiempos. Me resulta muy complejo hacer una cobertura diaria del genocidio en Gaza. Los niveles de violencia y de deshumanización son elevadísimos, propios de todo aquello que se llame de todo, menos humano. Sin embargo, pese a las imágenes que nos llegan, pese a las acciones poco fructíferas de la Corte Penal Internacional, pese a todo y contra nada, no hay interés en pronunciarse DE VERDAD y PARAR ESTOS ACTOS GENOCIDAS SIONISTAS.
“A las cosas por su nombre”, rezan las palabras del icónico grupo de rap aragonés Violadores del Verso. Describir la realidad es esencial para su reconocimiento público y evitar los eufemismos es vital para la reproducción fiel del presente. Lo de Gaza no es una guerra, es un genocidio.
La finalidad de un genocidio, no es tanto la destrucción en mayor o en menor escala de un conjunto de personas (ya que en los delitos de guerra o crímenes contra la humanidad puede darse), sino la existencia de un plan coordinado y compartido de acciones por parte de los perpetradores que buscan la destrucción de vida de un grupo humano determinado[1]. De esta manera, la historiografía contemporánea estudiará el actual genocidio en Gaza como una de las limpiezas étnicas más sangrientas y masivas de esta primera mitad del Siglo XXI [2].
De acuerdo con la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio, Naciones Unidas (1948, art.2 )[3] considera genocidio como cualquier delito con: “ la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, con actos tales como: a) matanza de miembros del grupo, b) lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo, c) sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial, d) medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo y e) traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo”. Recientemente en su informe “Anatomía de un genocidio”, Francesca Albanese, la Relatora especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos, concluye fundados motivos para argumentar la perpetración de un genocidio por parte del ejército israelí sobre la población palestina de Gaza desde el 07 de Octubre de 2023[4]. Pese al detalle del citado informe y a la magnitud del cargo de la relatora que lo subscribe, poca relevancia se le ha dado. Volvemos a la idea, son decisiones “macro y no micro”. Así, el citado informe sustenta la tesis de que un genocidio es un proceso y no un acto. Además, liga el mismo a las políticas de asentamiento de colonos israelís en Palestina y enumera los hechos acaecidos que permiten tal conceptualización. Recomiendo su lectura.
Consecuencias psicológicas de la acciones genocidas sobre la población palestina joven
A su vez, el actual genocidio en Gaza no solo reportará daños psicológicos en los adultos, difíciles de cuantificar en este momento, sino que es una guerra contra la infancia y su futuro. Precisamente, la infancia y la adolescencia se convierten en objetivos muy vulnerables en los contextos genocidas, aunque no es tanto por su individualidad, sino por su pertenencia a grupos sociales. En esta dirección, la aniquilación de los niños y de las niñas palestinos es un triunfo de guerra israelí y representan más del 41% del total de las muertes registradas en Gaza desde el 07 de Octubre [5].
En términos de salud mental, el factor acumulativo del trauma explica que, a una mayor exposición a eventos traumáticos existe un mayor riesgo de padecer problemas psicológicos[6]. Por tanto, es pronto para anticipar con exactitud el daño psíquico a largo plazo que la población palestina experimentará como resultado de la exposición a bombardeos, a cuerpos en descomposición y a la escasez de agua y de alimentos, entre otros factores de riesgo. No obstante, estudios previos en la Franja de Gaza, tras la intifada de 2014 perpetrada por el ejército israelí contra la población palestina, mostraron daño psicológico y una alta experimentación de situaciones de violencia y de tortura en preadolescentes [7] y en niños de entre los seis y los quince años [8].
Sin duda, la escalada de violencia actual en Gaza predispondrá a su infancia a padecer problemas de salud mental ubicados en el área de la depresión, la ansiedad y el Trastorno de Estrés Post-Traumático, entre otros. Al mismo tiempo, la falta de acceso a recursos educativos, sanitarios, de empleo y psicosociales agravará la sintomatología y aumentará la probabilidad de una vinculación de estos menores con grupos radicales, que a menudo surgen para canalizar esa falta de esperanza en el futuro[9].
______________________________________________
[1] https://e-revistas.uc3m.es/index.php/EUNOM/article/view/2183
[2] https://www.txalaparta.eus/es/libros/palestina-anatomia-de-un-genocidio
[3] https://www.un.org/en/genocideprevention/genocide-convention.shtml#:~:text=The%20Genocide%20Convention%20was%20the,during%20the%20Second%20World%20War.
[4] https://reliefweb.int/report/occupied-palestinian-territory/anatomy-genocide-report-special-rapporteur-situation-human-rights-palestinian-territories-occupied-1967-francesca-albanese-ahrc5573-advance-unedited-version
[5] https://www.aljazeera.com/news/longform/2023/10/9/israel-hamas-war-in-maps-and-charts-live-tracker
[6] Chan, K. J., Young, M. Y., & Sharif, N. (2016). Well-being after trauma: A review of posttraumatic growth among refugees. Canadian Psychology/Psychologie Canadienne, 57(4), 291-299.
La finalidad de un genocidio, no es tanto la destrucción en mayor o en menor escala de un conjunto de personas (ya que en los delitos de guerra o crímenes contra la humanidad puede darse), sino la existencia de un plan coordinado y compartido de acciones por parte de los perpetradores que buscan la destrucción de vida de un grupo humano determinado[1]. De esta manera, la historiografía contemporánea estudiará el actual genocidio en Gaza como una de las limpiezas étnicas más sangrientas y masivas de esta primera mitad del Siglo XXI [2].
De acuerdo con la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio, Naciones Unidas (1948, art.2 )[3] considera genocidio como cualquier delito con: “ la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, con actos tales como: a) matanza de miembros del grupo, b) lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo, c) sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial, d) medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo y e) traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo”. Recientemente en su informe “Anatomía de un genocidio”, Francesca Albanese, la Relatora especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos, concluye fundados motivos para argumentar la perpetración de un genocidio por parte del ejército israelí sobre la población palestina de Gaza desde el 07 de Octubre de 2023[4]. Pese al detalle del citado informe y a la magnitud del cargo de la relatora que lo subscribe, poca relevancia se le ha dado. Volvemos a la idea, son decisiones “macro y no micro”. Así, el citado informe sustenta la tesis de que un genocidio es un proceso y no un acto. Además, liga el mismo a las políticas de asentamiento de colonos israelís en Palestina y enumera los hechos acaecidos que permiten tal conceptualización. Recomiendo su lectura.
Consecuencias psicológicas de la acciones genocidas sobre la población palestina joven
A su vez, el actual genocidio en Gaza no solo reportará daños psicológicos en los adultos, difíciles de cuantificar en este momento, sino que es una guerra contra la infancia y su futuro. Precisamente, la infancia y la adolescencia se convierten en objetivos muy vulnerables en los contextos genocidas, aunque no es tanto por su individualidad, sino por su pertenencia a grupos sociales. En esta dirección, la aniquilación de los niños y de las niñas palestinos es un triunfo de guerra israelí y representan más del 41% del total de las muertes registradas en Gaza desde el 07 de Octubre [5].
En términos de salud mental, el factor acumulativo del trauma explica que, a una mayor exposición a eventos traumáticos existe un mayor riesgo de padecer problemas psicológicos[6]. Por tanto, es pronto para anticipar con exactitud el daño psíquico a largo plazo que la población palestina experimentará como resultado de la exposición a bombardeos, a cuerpos en descomposición y a la escasez de agua y de alimentos, entre otros factores de riesgo. No obstante, estudios previos en la Franja de Gaza, tras la intifada de 2014 perpetrada por el ejército israelí contra la población palestina, mostraron daño psicológico y una alta experimentación de situaciones de violencia y de tortura en preadolescentes [7] y en niños de entre los seis y los quince años [8].
Sin duda, la escalada de violencia actual en Gaza predispondrá a su infancia a padecer problemas de salud mental ubicados en el área de la depresión, la ansiedad y el Trastorno de Estrés Post-Traumático, entre otros. Al mismo tiempo, la falta de acceso a recursos educativos, sanitarios, de empleo y psicosociales agravará la sintomatología y aumentará la probabilidad de una vinculación de estos menores con grupos radicales, que a menudo surgen para canalizar esa falta de esperanza en el futuro[9].
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[1] https://e-revistas.uc3m.es/index.php/EUNOM/article/view/2183
[2] https://www.txalaparta.eus/es/libros/palestina-anatomia-de-un-genocidio
[3] https://www.un.org/en/genocideprevention/genocide-convention.shtml#:~:text=The%20Genocide%20Convention%20was%20the,during%20the%20Second%20World%20War.
[4] https://reliefweb.int/report/occupied-palestinian-territory/anatomy-genocide-report-special-rapporteur-situation-human-rights-palestinian-territories-occupied-1967-francesca-albanese-ahrc5573-advance-unedited-version
[5] https://www.aljazeera.com/news/longform/2023/10/9/israel-hamas-war-in-maps-and-charts-live-tracker
[6] Chan, K. J., Young, M. Y., & Sharif, N. (2016). Well-being after trauma: A review of posttraumatic growth among refugees. Canadian Psychology/Psychologie Canadienne, 57(4), 291-299.
Niño herido sin familia superviviente
MARIE-AURE PERREAUT REVIAL
Acaba de regresar de Gaza, donde ha sido coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras.
03/02/2024
03/02/2024
Cada día, decenas de pacientes llegan al servicio de urgencias del hospital Al Aqsa Shohada, en la zona central de Gaza. No es posible el triaje en los lugares donde caen las bombas así que los equipos de ambulancias se lanzan a la carrera para salvar a los que aún pueden vivir.
El Servicio de Urgencias es un caos. Los heridos graves yacen sobre cajas de cartón: las camas están llenas. Hay periodistas que intentan contar lo que está ocurriendo a gente que parece decidida a no escuchar. Cuando retroceden para grabar la escena, a veces pisan accidentalmente los cadáveres que yacen en el suelo. Algunos días el hospital recibe más muertos que heridos.
Visitamos Al Aqsa por primera vez el 23 de noviembre, el día anterior a la anunciada pausa humanitaria. Ese día el hospital recibe 314 heridos y 121 muertos o fallecidos poco después de llegar. Habían previsto estas abrumadoras bajas, explicaron colegas gazatíes, recordándonos que éste no es un conflicto nuevo. "Siempre es así antes de una tregua".
Tras esa primera visita, nuestro equipo empezó a trabajar junto al personal de Al Aqsa. Antes de la guerra tenía capacidad para 200 pacientes ingresados. A finales de diciembre tenían más del triple.
Visitamos Al Aqsa por primera vez el 23 de noviembre, el día anterior a la anunciada pausa humanitaria. Ese día el hospital recibe 314 heridos y 121 muertos o fallecidos poco después de llegar. Habían previsto estas abrumadoras bajas, explicaron colegas gazatíes, recordándonos que éste no es un conflicto nuevo. "Siempre es así antes de una tregua".
Tras esa primera visita, nuestro equipo empezó a trabajar junto al personal de Al Aqsa. Antes de la guerra tenía capacidad para 200 pacientes ingresados. A finales de diciembre tenían más del triple.
Dilemas imposibles
Un día nos avisan de que un miembro del personal de Médicos Sin Fronteras (MSF) y su familia han llegado al servicio de urgencias gravemente heridos. Los compañeros se apresuran a buscarlos en medio del caos.
Más tarde, el Dr. Samir* me dice: "Tuve que tomar una decisión: vi a Ghassan* y a su hijo, me necesitaban, pero a su lado vi a una mujer gravemente herida que también me necesitaba. ¿Qué debía hacer?"
El personal sanitario se ve obligado a tomar decisiones como ésta todos los días.
El hijo de Ghassan había sido alcanzado por la metralla. Ese día le operan varias veces. Las heridas en la garganta le impedían hablar. Su madre perdió un ojo. Cuando el Dr. Samir sale del quirófano a la 1 de la madrugada, su chaqueta de MSF está cubierta de sangre.
A finales de diciembre, el equipo de nuestra unidad de curas atiende a una media de 150 pacientes al día, casi todos con quemaduras o heridas por explosiones. Muchos son niños. Uno de los cirujanos de MSF me cuenta cómo cura las heridas de bebés que han perdido las piernas. Se le ha quedado grabado. Son bebés que no habían aprendido a andar y que nunca lo harán.
Un día nos avisan de que un miembro del personal de Médicos Sin Fronteras (MSF) y su familia han llegado al servicio de urgencias gravemente heridos. Los compañeros se apresuran a buscarlos en medio del caos.
Más tarde, el Dr. Samir* me dice: "Tuve que tomar una decisión: vi a Ghassan* y a su hijo, me necesitaban, pero a su lado vi a una mujer gravemente herida que también me necesitaba. ¿Qué debía hacer?"
El personal sanitario se ve obligado a tomar decisiones como ésta todos los días.
El hijo de Ghassan había sido alcanzado por la metralla. Ese día le operan varias veces. Las heridas en la garganta le impedían hablar. Su madre perdió un ojo. Cuando el Dr. Samir sale del quirófano a la 1 de la madrugada, su chaqueta de MSF está cubierta de sangre.
A finales de diciembre, el equipo de nuestra unidad de curas atiende a una media de 150 pacientes al día, casi todos con quemaduras o heridas por explosiones. Muchos son niños. Uno de los cirujanos de MSF me cuenta cómo cura las heridas de bebés que han perdido las piernas. Se le ha quedado grabado. Son bebés que no habían aprendido a andar y que nunca lo harán.
WCNSF
Algunos de esos niños tienen un nuevo acrónimo escrito en su expediente. "WCNSF" significa "niño herido, sin familia superviviente [en inglés: wounded child, no surviving family]".
Salma*, de nueve años, es uno de los miles de WCNSF. Sufrió una fractura de cráneo cuando bombardearon la casa en la que estaba su familia. Tenía una pierna rota y la otra amputada. La conocemos en la unidad de cuidados intensivos. Aún no sabe que es la única que ha salido con vida de entre los escombros: el personal, exhausto, quiere dejar que se recupere físicamente primero.
Algunos de esos niños tienen un nuevo acrónimo escrito en su expediente. "WCNSF" significa "niño herido, sin familia superviviente [en inglés: wounded child, no surviving family]".
Salma*, de nueve años, es uno de los miles de WCNSF. Sufrió una fractura de cráneo cuando bombardearon la casa en la que estaba su familia. Tenía una pierna rota y la otra amputada. La conocemos en la unidad de cuidados intensivos. Aún no sabe que es la única que ha salido con vida de entre los escombros: el personal, exhausto, quiere dejar que se recupere físicamente primero.
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los hospitales del sur y el centro de Gaza es la capacidad de camas. Las camas son necesarias para tratar a pacientes en estado crítico, pero los que se han estabilizado no tienen adónde ir. ¿Adónde enviamos a una paciente como Salma? ¿Qué le decimos?
Salma estaba siendo tratada en Al Aqsa. Al igual que el resto de los escasos hospitales que siguen funcionando parcialmente en Gaza, sólo puede proporcionar atención traumatológica. Los centros sanitarios han sufrido ataques, órdenes de evacuación o se han quedado sin suministros, agua potable y electricidad: Apenas puedo describir la destrucción de la asistencia sanitaria de la que he sido testigo. Muchos hospitales y centros de atención primaria se han visto obligados a cerrar; servicios como la atención a la maternidad o las enfermedades crónicas casi no existen.
Entonces, ¿ya no están enfermos los habitantes de Gaza? ¿Ya no hay apendicitis? ¿No hay asma ni gastroenteritis? La verdad es que en los refugios hacinados, sin comida ni agua, carentes de las condiciones higiénicas más básicas, la gente está más enferma que antes, pero ya no tiene acceso a la atención sanitaria.
A mediados de noviembre, empezamos a prestar apoyo al centro de salud de Shohada, el mayor proveedor de atención primaria de Jan Yunis. Las necesidades son enormes. En una semana, ya hemos atendido a más de 600 personas, la mitad menores de cinco años. Padecen infecciones respiratorias, enfermedades de la piel o diarrea, todas las cuales pueden causar graves complicaciones, especialmente en los niños pequeños. Todas son consecuencia directa de sus pésimas condiciones de vida.
Las mujeres llegan corriendo, tan deshidratadas que se desmayan. Las madres mendigan leche maternizada: sin nada que comer, su leche materna ha cesado y sus bebés estaban hambrientos.
El 1 de diciembre, cuando termina la pausa, se ordena la evacuación del barrio donde se encuentra el centro de salud. Nuestro equipo se ve obligado a marcharse y el centro de salud deja de funcionar.
Salud mental
Uno de los miles de pacientes que pierden el acceso a la atención ese día es un niño de cinco años que estaba siendo tratado por nuestra psicóloga. En una sesión le había dicho que quería morir.
En el hospital de Al Aqsa, el equipo de salud mental de MSF organiza sesiones de arte con niños. Algunos dibujan a sus familiares, muertos durante los bombardeos. Dibujan las piernas y los brazos de sus madres en el suelo, junto a sus cuerpos.
Cuando me lo cuentan, no pienso sólo en los niños, sino también en los psicólogos que sostienen este trauma mientras ellos mismos pasan por las mismas experiencias.
Salma estaba siendo tratada en Al Aqsa. Al igual que el resto de los escasos hospitales que siguen funcionando parcialmente en Gaza, sólo puede proporcionar atención traumatológica. Los centros sanitarios han sufrido ataques, órdenes de evacuación o se han quedado sin suministros, agua potable y electricidad: Apenas puedo describir la destrucción de la asistencia sanitaria de la que he sido testigo. Muchos hospitales y centros de atención primaria se han visto obligados a cerrar; servicios como la atención a la maternidad o las enfermedades crónicas casi no existen.
Entonces, ¿ya no están enfermos los habitantes de Gaza? ¿Ya no hay apendicitis? ¿No hay asma ni gastroenteritis? La verdad es que en los refugios hacinados, sin comida ni agua, carentes de las condiciones higiénicas más básicas, la gente está más enferma que antes, pero ya no tiene acceso a la atención sanitaria.
A mediados de noviembre, empezamos a prestar apoyo al centro de salud de Shohada, el mayor proveedor de atención primaria de Jan Yunis. Las necesidades son enormes. En una semana, ya hemos atendido a más de 600 personas, la mitad menores de cinco años. Padecen infecciones respiratorias, enfermedades de la piel o diarrea, todas las cuales pueden causar graves complicaciones, especialmente en los niños pequeños. Todas son consecuencia directa de sus pésimas condiciones de vida.
Las mujeres llegan corriendo, tan deshidratadas que se desmayan. Las madres mendigan leche maternizada: sin nada que comer, su leche materna ha cesado y sus bebés estaban hambrientos.
El 1 de diciembre, cuando termina la pausa, se ordena la evacuación del barrio donde se encuentra el centro de salud. Nuestro equipo se ve obligado a marcharse y el centro de salud deja de funcionar.
Salud mental
Uno de los miles de pacientes que pierden el acceso a la atención ese día es un niño de cinco años que estaba siendo tratado por nuestra psicóloga. En una sesión le había dicho que quería morir.
En el hospital de Al Aqsa, el equipo de salud mental de MSF organiza sesiones de arte con niños. Algunos dibujan a sus familiares, muertos durante los bombardeos. Dibujan las piernas y los brazos de sus madres en el suelo, junto a sus cuerpos.
Cuando me lo cuentan, no pienso sólo en los niños, sino también en los psicólogos que sostienen este trauma mientras ellos mismos pasan por las mismas experiencias.
Héroes
Los miembros de nuestro equipo en Gaza han perdido familiares, hogares, colegas.
Una compañera se entera por las redes sociales de que han matado a su hermana. Viene a trabajar de todos modos, para olvidar, porque no hay nada más que hacer.
Un ataque contra el hospital Al Awda Jabalia mata a dos de nuestros médicos, el Dr. Mahmoud Abu Nujaila y el Dr. Ahmad Al Sahar.
El tercer miembro de su equipo no está allí ese día: ha venido a trabajar con nosotros en el hospital de Al Aqsa. Más tarde, cuando dos supervivientes de ese mismo ataque llegan a Al Aqsa, este médico es quien cura sus heridas.
Los miembros de nuestro equipo en Gaza han perdido familiares, hogares, colegas.
Una compañera se entera por las redes sociales de que han matado a su hermana. Viene a trabajar de todos modos, para olvidar, porque no hay nada más que hacer.
Un ataque contra el hospital Al Awda Jabalia mata a dos de nuestros médicos, el Dr. Mahmoud Abu Nujaila y el Dr. Ahmad Al Sahar.
El tercer miembro de su equipo no está allí ese día: ha venido a trabajar con nosotros en el hospital de Al Aqsa. Más tarde, cuando dos supervivientes de ese mismo ataque llegan a Al Aqsa, este médico es quien cura sus heridas.
El personal sanitario de Gaza está siendo descrito como héroes. Pero llamarlos héroes sugiere que pueden aliviar mágicamente este sufrimiento insoportable por sí solos. Sugiere que no necesitan apoyo.
El día que el Dr. Samir resulta herido cuando bombardearon el edificio de al lado, su hija lo ve sangrando. Le dice: "Se supone que los médicos no sangran". Pero lo hacen.
El día que el Dr. Samir resulta herido cuando bombardearon el edificio de al lado, su hija lo ve sangrando. Le dice: "Se supone que los médicos no sangran". Pero lo hacen.
La ilusión de la acción humanitaria
Los periodistas extranjeros me preguntan a menudo si se pueden comparar Gaza con otras crisis en las que he trabajado. Les digo que en Gaza hay una crisis humanitaria, pero no una respuesta humanitaria.
Los funcionarios israelíes hacen afirmaciones sobre el número de camiones que pueden pasar diariamente por Rafah, como si hubiera una proporción aceptable entre el número de camiones y el número de personas muertas. Pero la ayuda humanitaria no consiste en camiones, y los suministros que se permiten no se corresponden en absoluto con la magnitud de las necesidades.
Una respuesta humanitaria es aquella en la que podemos evaluar, planificar y trabajar en función de las necesidades de la población civil. En cambio, MSF y unas pocas organizaciones internacionales están prestando una atención médica muy limitada en condiciones tremendamente anormales.
El personal sanitario de Gaza está sosteniendo los valores de la humanidad en un momento de gran oscuridad. Mientras tanto, las personas que tienen el poder de detener esta catástrofe humanitaria no lo hacen.
Mientras dudan, médicos, enfermeras y palestinos están siendo masacrados.
Cuando salí de Gaza, mis compañeros me pidieron que diera testimonio de sus historias. Sólo vi la punta del iceberg. Y esa pequeña parte era insoportable de ver.
Después de que Marie-Aure escribiera este testimonio, el hospital de Al-Aqsa recibió una orden de evacuación y el equipo de MSF tuvo que ser trasladado.
*Todos los nombres han sido modificados.
Los periodistas extranjeros me preguntan a menudo si se pueden comparar Gaza con otras crisis en las que he trabajado. Les digo que en Gaza hay una crisis humanitaria, pero no una respuesta humanitaria.
Los funcionarios israelíes hacen afirmaciones sobre el número de camiones que pueden pasar diariamente por Rafah, como si hubiera una proporción aceptable entre el número de camiones y el número de personas muertas. Pero la ayuda humanitaria no consiste en camiones, y los suministros que se permiten no se corresponden en absoluto con la magnitud de las necesidades.
Una respuesta humanitaria es aquella en la que podemos evaluar, planificar y trabajar en función de las necesidades de la población civil. En cambio, MSF y unas pocas organizaciones internacionales están prestando una atención médica muy limitada en condiciones tremendamente anormales.
El personal sanitario de Gaza está sosteniendo los valores de la humanidad en un momento de gran oscuridad. Mientras tanto, las personas que tienen el poder de detener esta catástrofe humanitaria no lo hacen.
Mientras dudan, médicos, enfermeras y palestinos están siendo masacrados.
Cuando salí de Gaza, mis compañeros me pidieron que diera testimonio de sus historias. Sólo vi la punta del iceberg. Y esa pequeña parte era insoportable de ver.
Después de que Marie-Aure escribiera este testimonio, el hospital de Al-Aqsa recibió una orden de evacuación y el equipo de MSF tuvo que ser trasladado.
*Todos los nombres han sido modificados.
Trauma en refugiados y víctimas de guerra
Se considera refugiado a “una persona que,
debido a un miedo fundado de ser perseguido por razones de raza, religión,
nacionalidad, membresía de un grupo social o de opinión política en particular,
se encuentra fuera de su país de nacimiento y es incapaz, o, debido a tal
miedo, no está dispuesto a servirse de la protección de aquel país; o de quien,
por no tener nacionalidad y estar fuera del país de su antigua residencia
habitual como resultado de tales eventos, es incapaz, debido a tal miedo, de
estar dispuesto a volver a éste” (Convención sobre el Estatuto de los
Refugiados; ONU, 1951)
Las personas que han solicitado asilo en países
de la Unión Europea y concretamente en España ha crecido notablemente desde
2011, principalmente por el conflicto ucraniano y sirio. Así, 1.287.100 de
personas pidieron por vez primera asilo en la Unión Europea entre enero de 2015
y enero de 2016 (Oficina Estadística de la Unión Europea, 2016).
No obstante, Europa no es el único lugar de
destino de los refugiados, así por ejemplo, son cientos los que han llegado en
los últimos años a Chile, un 50% de ellos procedentes de zonas en conflicto de
Colombia, pero también de Afganistán, Siria o Palestina.
Los solicitantes de asilo en Europa proceden
principalmente y en este orden de los siguientes países: Siria, Ucrania, Mali,
Argelia, Palestina, Nigeria, Pakistán, Somalia, Venezuela e Irak (Comisión
Española de Ayuda al Refugiado, 2014).
Al margen de cuál sea la resolución de la
solicitud de asilo; esto es, que sean reconocidos como personas refugiadas,
reciban protección internacional o protección subsidiaria, la realidad es que
estas personas se han expuesto a un proceso de migración que lleva implícito
una serie de fases en las que experimentan una sucesión de estresores y
situaciones que les pueden marcar en lo sucesivo (Zimmerman, Kiss y Hossain,
2011).
Pregnant mother and baby die in Mariupol bombing
The Associated Press has learned that a pregnant woman and her baby died after Russia bombed the maternity ward where she was meant to give birth last week. AP journalists, reporting from inside the city of Mariupol, saw the attack first-hand. (March 14, 2022)
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